Los deporte de tiro y en especial el tiro de precisión se encuentran en el ADN de los Suizos, no solo en el mundo de la competición sino también en actos culturales y espectáculos que desde la Edad Media se fusionaron consiguiendo con ello crear una gran tradición entorno al tiro deportivo. Creado en el siglo XIX, este nombre suizo Hämmerli, ha estado íntimamente relacionado con el tiro deportivo a nivel internacional.

La marca Hämmerli se remonta a 1863 cuando Johann Ulrico Hammeli funda en la ciudad suiza de Lenzburg su empresa familiar para fabricar cañones para los rifles del ejercito Suizo. Inspirado en ese preciso trabajo realizado para el ejercito Suizo, la empresa decidió dedicar toda su experiencia, trabajo e ingeniería en crear armas para hacer de los Suizos unos tiradores de fama mundial.

En 1897 un suizo ganó el primer Mundial de Tiro utilizando un arma Hämmerli. Para los Campeonatos del Mundo de 1925 Hämmerli equipó al equipo suizo con el Martini, un rifle especialmente diseñado para ellos para competir tirando a 300m, consiguiendo con este desbancar al equipo americano en varias ocasiones. En 1929 el equipo americano decide usar este rifle de Hämmerli, provocando un roce increíble con los tiradores Suizos que solo pudieron ganar de nuevo a los americanos en 1930. Y esto sentó las bases de la presencia de Hämmerli en las mejores competiciones mundiales de tiro deportivo. Durante años Hämmerli ha sido sinónimo de armas de gama alta de máxima calidad.
Desde siempre Hämmerli a sido una de las empresas que ha prestado mucha atención en la creación de armas de fuego para uso deportivo, estas gestas no podrían ser posibles sin su estrecha colaboración con los mejores tiradores deportivos a nivel mundial, consiguiendo así una máxima cooperación que permite garantizar los más altos resultados de sus diferentes productos necesarios en la Olimpiadas.



La recompensa de Hämmerli reside en el éxito de los tiradores que ponen su confianza en sus armas y las utilizan para mejorar sus records personales.