Coincidiendo con la Semana Santa la gente del club gallego Agarto con Luis Ares en cabeza organizó la que podríamos denominar ya como la primera competición de F-Class de verdad en nuestro país, una tirada OPEN combinada a 300 y 600 yardas en el CMT de Parga en Lugo.
Hasta ahora nos habíamos empeñado en denominar F-Class a las tiradas de 300 o incluso 200 metros, y no es que estas no sean complejas, sino que eso a nuestro modo de ver no es F-Class. En F-Class tenemos que tener muchas yardas delante de nuestro cañón para darnos cuenta de lo que puede desviar verdaderamente nuestro proyectil y hacernos perder algún punto no es tan solo un error del tirador o un fallo en la recargar, sino una ráfaga de viento, con lo cual para evitarlo se tiene que trabajar cada disparo de forma independiente y anticiparse, ya que si no lo único que haces es perseguir tus errores. En F-Class los calibres Open son siempre superiores a los F-TR por razones de balística, tal como hemos podido ver en esta primera competición a 600 yardas.

Viernes entreno, lluvia y retrasos.

Pero como era el día de entrenos, todo estaba permitido, no se puede exigir mucho más a una organización que ha dejado la piel e incluso algo de dinero en preparar una fiesta de estas características, se pudo tirar sin el más mínimo problema a 300 yardas bajo la lluvia o en seco dependiendo de la tanda elegida. Y a la distancia de 600 yardas (540 metros de los de aquí) con cierto retraso causado por las lluvias caídas en tierras gallegas justo los días anteriores a la prueba. Pero al final se consiguió poder dejar configurado todo el complejo sistema informático de cámaras, fibra óptica y monitores que la organización puso para que la gente pudiera ver su blanco y como los proyectiles impactaban en él. En esta ocasión los monitores eran los ordenadores portátiles de los propios tiradores y más que entrenar, la gran mayoría de los participantes aprovecharon para poner sus armas a tiro a esta distancia.
Parece mentira pero fue mucho más fácil ver los impactos a 600 yardas que ha 300, donde la reverberación causo estragos como siempre. Decir también que los blancos a 600 yardas eran los oficiales de F-Class pero en color cyan (azul) para que se distinguieran perfectamente los agujeros dejados por las balas. Tan solo las banderitas se quedaron cortas en esta competición tanto por número como por tamaño, y es que para poder leer bien el viento hacen falta banderas de las de verdad.


Sábado competición. En manos de la diosa Fortuna y del dios Eolo.
Por donde empezar, pues la verdad es que en esta ocasión las tandas fueron todas ellas igual de duras…por lo menos la lluvia no hizo acto de presencia durante toda la jordana e incluso pudimos ver el sol. A primera hora de la mañana la niebla retraso en un par de horas el inicio de la primera tanda a 600 yardas, y cuando todo parecía fácil y que estaba bajo control, el dios Eolo hacia de las suyas, moviendo los proyectiles de un lado a otro de la diana, o incluso llegando a sacarlos fuera de ella si disparabas en F-TR (.308win) . Rachas de viento que llegaron en el peor de los casos hasta las 10 y 15 mph. Ninguna tanda a 600 yardas escapo de sus efectos, y es que no está de más decir que desde el puesto de tiro ubicado en una tarima cubierta por una lona, que salió volando en la cuarta tanda, podíamos ver muy cerca, a nuestra izquierda, un parque eólico, donde los grandes molinos no dejaron nunca de moverse animadamente…
A 600 yardas se realizo una diana de pruebas, y a continuación 20 tiros de competición y por primera vez en nuestro país vimos que los calibres Open marcaron diferencias respecto a los F-TR. El maestro Alberto Aguado en Open  demostro el potencial de su nuevo rifle Barnard Elite en calibre 6,5x284, mientras que en F-TR brillo de nuevo Enrique Cabrera tambein con un Barnard Elite quien este año va a dar mucho que hablar.

A 300 yardas la cosa por la distancia parecía más fácil, pero aquí la diosa Fortuna hacia de las suyas, ya que los tiradores gracias a la reverberación no veían prácticamente los impactos, realizando en ocasiones disparos prácticamente a ciegas, no consiguiendo nadie alcanzar un pleno. A esta distancia fue de nuevo Enrique Cabrera quien lo hizo mejor en F-TR, mientras que en Open, Juan Martorell tambien con un Barnard Elite demostro estar muy en forma. La lectura general a pie de campo hace ya tiempo que la publicamos, tan solo los que disparan lejos saben lo lejos que pueden disparar, y todos los competidores que probaron por primera vez esas 600 yardas, poco quieren saber ya de 300…

Un competición en la que tomaron parte unos cincuenta tiradores, entre ellos Stuart Anselm alma matter de Osprey Rifles y capitán del equipo inglés de F-TR que vino a pasar unos días con su familia a Galicia, y ver como empezaba a germinar el verdadero F-Class en España, ya que junto al Open de 300 + 600 se realizaba también el Campeonato Gallego a 300. Al final de la competición procedimos a la comida de clausura por todo lo alto perfectamente organizada por los miembros de Agarto donde la verdad nos hartamos de comer y beber, para tras los postres proceder a la entrega de premios a los ganadores de cada distancia individual y ganadores de la general, así como los ganadores del primer campeonato Gallego de la modalidad.


















Con esta experiencia más que positiva los amigos de Agarto tienen claro que dejan de lado los 300 metros y preparan ya una nueva competición de F-Class del autentico, para mediados de mes de octubre, lo que alguno se ha atrevido a denominar como “La Tormenta Perfecta” un combinado de 600 y 800 yardas al cual tenemos claro que no faltaremos, ya que nos servirá para calentar para el europeo.
Os dejamos además con la crónica/resumen de la tirada ofrecido por el amigo OCSIS quien con su Savage Palma vio lo lejos que se pude tirar y meterlas en el V-Bull.

“Galicia, tierra de contrastes, gastronomía, meigas y…… yardas
Hasta allí, acudimos unos 59 tiradores en autentica procesión de Semana Santa para la primera edición de Agarto 300 y 600 yardas, y comprobar “in situ” la dificultad de dicha distancia.
El viernes, día de entrenamiento y con una lluvia más que molesta. Allí coincidimos con bastantes tiradores ( no todos) que vamos siguiendo y recorriendo los diferentes campos de la geografía nacional, afianzando buenas amistades y conociendo a otros amigos. ( al fin y al cabo, la mayoría de los que recorremos estos campos, la mayoría vamos siempre los mismos, y , mas o menos, nos vamos conociendo todos o casi todos)
La organización puso a nuestra disposición 2 vehículos para que hiciera de servicio de taxi y nos llevara a los diferentes tiradores a nuestros respectivos campos de tiro, para evitar una excesiva aglomeración de tiradores, personalmente, el que esto escribe, me toco en la segunda tanda de 300 yardas de entreno, y bajo una molesta lluvia,. Pues, a la “faena”

Por mi parte el centrado de mi rifle ya lo tenía más o menos hecho, pues entre otras pruebas y la de Almería la distancia era simila. Después de la tanda de entreno a 300, pues, vamos a 600 yardas, y, amigos, eso, eso es otra cosa.
Comentar que la organización instaló una tarima elevada de estructura metálica y un moderno ( y complejo) sistema de visión por cable de fibra óptica, que se tenía que ver con los monitores de los ordenadores que los tiradores llevábamos para poder ver los impactos.
Entre que, los días anteriores, hubo tormentas fuertes , con bastante aparato eléctrico, y no se pudo probar a conciencia, la lluvia del viernes, la dificultad de configurar los diferentes sistemas operativos, de los diferentes ordenadores que allí acudieron, y alguna avería inesperada, y … pues, retrasos, retrasos y retrasos para entrenar a 600 yardas.
Comentar que la organización se esforzó al máximo para que todos pudieran entrenar y ver sus resultados por los monitores de sus pantallas, y, personalmente, entrené, mejor dicho, probé de disparar a 600 yardas, bastante menos de lo que me hubiera gustado, pero, las circunstancias, fueron las que fueron. Realicé las preguntas oportunas sobre corrección de MOAS para el centrado teórico de mi visor respeto a la munición utilizada (unas 9 MOAS, gracias, amigos). Pegue tres tiros al terraplen para calentar y unos buenos, muy buenos amigos , después de haber realizado sus ensayos, me cedieron amablemente su puesto y…. al tajo. Realizo el primer disparo y, me sale un disparo alto pero, razonablemente centrado, y mi amigo Ramón Fito me comenta, bájale tres clikcs, lo hago, y…. segundo disparo y……….. EUREKA, un VBULL, mi PRIMER VBULL a 600 yardas, aparece con una asombrosa nitidez en la pantalla de ordenador. Casualidades de la vida, buenos consejos, la suerte del principiante, o dilo como quieras, mi primer Vbull a 600 yardas al segundo disparo real, efectivo, eso fue como un orgasmo os lo puedo asegurar. Si no lo veo no me lo creo. Vuelvo a disparar y entonces veo que empiezan a salir algún dos, algún uno, algún tres…Mi rifle puesto a tiro y lo más importante, mis balas que he recargado yo en mi casita con mis manitas son capaces de darle al V-Bull. Lo más complejo y difícil, ya está hecho, que ha sido llevar la retícula del visor y los disparos a 600 yardas, lo apunto en un papel (las correcciones) y , a retirar los bártulos, y al hotel a descansar, eso si una cena típicamente gallega rodeada de amigos donde compartimos experiencias nuevas para la gran mayoría de nosotros. Ahora empiezo a entender el grado de locura que tienes algunos para coger cada dos por tres el avión para irse a tirar a Inglaterra, serán viciosos…y es que tirar lejos y darle a la diana es como echar un buen polvo.
Sábado día de competición, por sorteo, me toca tirar en la segunda tanda a 300 y en la 4ª a 600. Después de la lluvia de toda la noche, amanece un día, nublado, pero parece que no va a llover, llegada al campo de tiro, descarga de bártulos y enseres y al sitio, vaya, parece que empieza a salir el sol, ( da la casualidad de que el sol sale de cara a los tiradores en la cancha de 300, circunstancia que el día anterior, con la lluvia, nos pasó inadvertida), al cabo de un buen rato, se vuelve a nublar (esto es Galicia)
Con los retrasos habituales, empieza la primera tanda, y al cabo de unos disparos, una intensa y molesta niebla hace acto de presencia. Se para la tirada, evidentemente, no se puede disparar a ciegas, un buen rato de espera y vuelta a salir el sol, desaparición de la niebla y reanudar la primera tanda de disparos.
Empieza la segunda tanda, y con el sol en lo alto, empieza la temida “reverberación” al estar la tierra húmeda, los rayos solares, al calentarla, pues una intensísima reverberación hace acto de presencia y dificulta el desarrollo de nuestra tanda, pero, esto es algo que aunque acreciente la dificultad, es algo que ya nos tiene acostumbrados. Remarcar que el amigo Sinesio, con dos “bemoles” se apartó la colchoneta de goma que la organización puso a nuestra disposición y realizó los disparos tendido en el suelo sin ningún tipo de protección, “enhorabuena por tu resultado y por demostrar que no hace falta tantas historias pa disparar”
Después de 300, hacia 600 yardas y al cabo de otro buen rato, pues llega mi tanda.
Maldición, el viento sopla mucho muchísimo más fuerte que el día anterior, y para alcanzar mi diana de pruebas, tengo que hacer muchas, muchísimas correcciones, en deriva, y, casi al final de los disparos de prueba, empiezo a vislumbrar los disparos en la pantalla. Realicé no menos de 20 disparos de prueba , y sólo dos de ellos pillaron papel, al final del tiempo de prueba………………. Buufffff, por los pelos.

El amigo Beni y Luis Ares configurando su equipo.

Empieza mi diana de competición y me sale un uno a la izquierda, el único, corrijo visor y….. un dos a la derecha ¿¿¿¿ qué sucede?????? Pues que el vendaval menea los proyectiles y los sacude a derecha e izquierda a su antojo, vuelta a corregir visor y……. mas o menos sale algún tres, algún cuatro y, ya casi al final de la tanda me salen algún Vbull , con lo que termino mi tanda con 68.3 puntos con 20 disparos en mi primera competición a 600 yardas y mucha, muchísima satisfacción por haber llevado mis 20 disparos, todos, todos dentro del papel.
Después de esta tanda, vuelta al lugar de reagrupamiento, una excelente comida, entrega de trofeos y obsequios (gracias a todos los sponsors, a Darío,  a Stuart Anselm por visitarnos a mis compañeros de viaje y a Rosa Maria) y de vuelta a  casa con muchos kilometros por delante,  parada técnica en Burgos para dormir.”

2 comentarios

  1. Anónimo Ha dicho

    Gracias Agarto por abrirnos los ojos y ensenarnos el camino!!!

    Espero q las demas organizaciones tome el relevo de esta tirada.

    Un saludo

    4 de mayo de 2011, 22:25

     
  2. Anónimo Ha dicho

    Excelente conica del amigo Ocisis, bueno una vez mas como en la tirada del año pasado a 500 metros en el mismo campo solo puedo rechinar por no haber podido estar con vosotros, espero y confío en que con todos sus pros y sus contras esto ya es imparable, animo a todos los organizadores de tiradas de F-Class y un fuerte aplauso a todos aquellos que pueden y quieren dar un paso mas allá

    4 de mayo de 2011, 23:37

     

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